Bivalva
Chile es un país mundialmente conocido por sus extensas costas, rica en recursos naturales y alberga en las profundidades del fondo marino alimentos de alto valor nutritivo. Algunos de estos alimentos son los moluscos, producto de mayor extracción y exportación con destinos como España, Estados Unidos, Argentina, México y Japón. El 80% de la extracción de los moluscos bivalvos se realiza artesanalmente y estos se distribuyen a lo largo de toda la costa chilena.
Sin embargo, la extracción y exportación de este molusco genera en grandes cantidades material de desecho, como lo son las conchas que los protegen, lo que nos invita a pensar cómo resolver el problema de una forma sustentable, de manera de reutilizar este desecho, pues, posee propiedades biodegradables y reguladoras de PH en los suelos ácidos y se componen aproximadamente de un 95% de carbonato de calcio, compuesto químico que nutre a las plantas y permite que el suelo sea más respirable. Este producto podría transformarse en un sustituto de la cal extraída de la piedra caliza, el proceso de extracción de la cal no puede realizarse sin afectar al medio ambiente, es sumamente contaminante en cuanto a la calidad de las aguas subterráneas, por la explotación de las canteras de la piedra y los sedimentos que liberan las aguas. Cuando el método de extracción se detiene, la contaminación puede persistir por años, causando un impacto ambiental en cadena. El polvo es uno de los aspectos más visibles asociado a la explotación e incineración de la piedra caliza, este polvo puede viajar a través del viento largas distancias, de diversas formas en los camiones de transporte, desde el sitio minero y afectar áreas residenciales y rurales cercanas. Todo este proceso se podría dejar de realizar con el simple hecho de triturar una concha de almeja que es considerada un residuo.
En este aspecto considerando que los suelos sufren el impacto del cambio climático y reaccionan acidificándose, hemos encontrado una buena oportunidad de recuperar estos suelos a través de los residuos ya mencionados, así es como nace Bivalva.
Bivalva es la extensión de la vida marina en la tierra, este residuo orgánico y biodegradable está compuesto por conchas pulverizadas, favoreciendo la absorción de nutrientes, entre otros tantos beneficios, al enterrar este polvo a 15 cm de profundidad, mezclando bien con la tierra, cumplirá la función de proteger a la planta de enfermedades y del estrés de las altas temperaturas. Actúa en pequeñas cantidades, aportando diversos nutrientes y minerales que carecen las tierras ácidas, devolviendo la vida fértil a estos suelos.
El envase contiene un instructivo de reconocimiento de suelos y tres sobres adheridos, fáciles de separar con 5 gr de polvo de concha pulverizada cada uno. Se puede doblar en sus partes y ser transportado fácilmente incluso en un bolsillo. Este producto fue realizado con una joya inexplorada de nuestros mares, que puede dejar de ser un “desecho” y transformarse en un estabilizante de tierras, como las que están en nuestros jardines y huertos, ayudando a nuestras plantas y hortalizas a crecer saludables y fuertes.
